Saludos a todos los compañeros que nos visitan. Les comparto una carta de nuesto amigo y colabrorador David Lugo de Mayaguez. Me identifico con ella y de seguro muchos otros así lo harán.Por favor, compártanla, para que aquellos que piensan que somos un estorbo, en especial a los cuidadanos que en días recientes manifestaron la intensón de arrollarnos( Yaneiska Sein,Alejandro Colón,Marian Dávila,el oficial William Vazquez Báez) les este claro nuestros temores sobre la bicicleta, de igual manera que entiendan que somos gente decente,productivos y de bien para nuestra sociedad y no deben juzgarnos por unos pocos. Mil gracias."Carta de un Ciclista"
Hoy salí a correr temprano en la mañana y aunque estaba claro me sentí con mucho temor por los últimos accidentes y muertes de compañeros ciclistas en las carretereas de Puerto Rico. Salgo con Pepper Spray en la jersey, multitool, botella de agua con la emoción de estrenar unos camones que compré. De momento me imagino que es mi último día corriendo con el temor de ser embestido por un asesino despiadado sin tener la oportunidad de despedirme de los que quiero o con los que he tenido alguna diferencia. Más preocupado me siento cuando corro solo por un cambio de planes y recibo un mensaje de texto con los que iba a correr que dice, “mucho cuidado”.
Como si fuera poco al detenerme en una luz roja un carro para a mi lado me pregunta en que pueblo se encuentra porque va para Aguadilla y le contesto en Añasco. Me dice, “cuidado en la carretera que están los locos atropellando a los ciclistas”, lo que me faltaba.Por el camino voy pensando que le dí el beso de la mañana a Loquín (como le digo de cariño a mi hija menor, Dayana) que al menos me llevo eso, pienso en la grande (Graciela) Por qué pienso esto? Pienso en Edwin (Tite), Axel y El Colorao (Alberto) con quienes en un momento dado tuve unas diferencias y las que no me quisiera llevar sin antes aclarar las cosas.
Pienso en la familia de nuestro ciclista Josué Ramos que quizás no pudo darle un beso a su esposa porque estaba dormida o disculparse por algún problema con un hermano o amigo. Me vienen a la mente tantas ideas para ayudar a concientizar a los conductores que me pierdo en mis pensamientos. Me pregunto también cómo alguien puede matar a otra persona que no le hace mal a nadie. También pienso que todos tenemos que morir porque es ley de vida, que no debo preocuparme por eso porque tarde o temprano llegará. Tanto que nos cuidamos dejando de fumar, beber, comiendo bien, ejercitándonos y para qué si como quiera vamos pal’ hoyo.
La vida se nos va en unos segundos viviendo una vida sana mientra vemos a un adicto por años en las calles haciendo balance con su clásico va y ven por mantenerse de pie y ni se enferma.Sigo pedaleando pasando Aguada y llegando a Aguadilla recordando a mi Amigo Raymond Morales y lo fuerte que ha sido estos años lo que me quita la preocupación por un momento porque pienso que tenemos que aceptar las situaciones en las que nos toca vivir para poder pasarla mejor. Si ya estamos en la situación y nos atormentamos tendremos otro problema, así que es mejor aceptar las cosas como son.
Pienso en mi dolor de espalda y me doy una peleadita con los ingenieros que planifican y los obreros que pavimentan las carreteras. Ya de regreso y subiendo por la Cadena y para mi sorpresa sin pasar ningún susto en una corrida trato de disfrutar la corrida de la estrenadita a los camones y no consigo satisfacción pensando tanto en las situaciones de todos estos días. Cómo se sentirán los familiares de las personas involucradas en los accidentes y muertes de ciclistas de estos días cuando solo lo que buscan es una vida saludable? Ya de regreso casi llegando a mi destino pienso como mi amigo Luis López que es vegetariano y le digo muchas veces, “Luis a tí lo que te hace falta es una buena chueleta con tostones si como quiera te vas a morir”. Me contesta Luis, “Lo sé, pero prefiero ser un muerto saludable”. Señores, seguiremos pedaleando porque no importa el riesgo que envuelva el ciclismo, es algo que nos gusta, nos da una mejor calidad de vida y preferimos jugarnos esa carta. Muchas veces siento temor de correr en la calle, pero este es mi gimnacio o lugar de entrenamiento.
Trato de ser lo más responsable y cuidadoso posible para evitar accidentes o situaciones que lamentar por mi bienestar y por la familia también que son los que sufren todo esto. Es lo mismo salir solo que en grupo porque el que tiene la mala intención no le importa si es uno o son diez que se los lleva, ya nos pasó. Tengamos respeto a las carreteras y no miedo porque no disfrutamos de nuestras corridas como me pasó el día de hoy. Aunque sí sentí miedo durante gran parte de la corrida, soy de los que piensa que la pedrá que está para el perro, está para el perro. Por qué no me habrá dado con jugar golf u otro deporte que sea menos peligroso? Quizás en algún momento, por ahora no creo que quiera cambiar de deporte.
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